En la sala de estar suena una alegre melodía de piano tocada por Sybil Birling en compañía de su joven hijo Eric, mostrando cierta complicidad y amor que ambos se tienen. Gerard Croft y su pareja Sheila Birling bailan juntos al ritmo de la melodía; creando una atmósfera idónea para contemplar su amor en frente de todos. Arthur Birling, padre y jefe de la familia, exige a todos alzar copas para celebrar el compromiso de la joven pareja. Un acto conveniente para unir las familias Birling y Croft, ya que en el pasado fueron rivales en los negocios. Por otro lado, Eric muestra su malestar debido al consumo excesivo de alcohol y que hay algo que aqueja dentro de su ser.
En ese momento, las campanillas suenan desde la puerta principal en el recinto de los Birling. El mayordomo anuncia la llegada de un inspector. El inspector Goole se presenta e informa a la familia sobre la muerte de una joven llamada Eva Smith y con imposición
pide a los presentes ser interrogados uno por uno.
Goole se convierte en un fiscalizador de la moral, quebrando toda regla y jerarquía creada por la alta sociedad de aquella época. Los Birling a pesar de contar con privilegios son expuestos por sus malas acciones cometidas contra Eva Smith. Asimismo, se pone en evidencia lo disfuncional en que ellos se encuentran y por último, Goole enseña a los espectadores que la justicia tarda pero llega.
Esta obra teatral se ha convertido en una pieza fundamental para reflexionar sobre nuestras acciones y cómo estas repercuten en la sociedad que vivimos actualmente.