Atrapada en instantes de felicidad

Escribe Berdy Briggitte Cuya Velásquez

Desde el instante en que se abre el telón quedas sumergido en una puesta de escena deslumbrante de la obra del dramaturgo Samuel Becket “Días felices”. Los intérpretes hacen una función magistral que a pesar de ser un espectador virtual en donde es sencillo distraerse, cautivan a la audiencia con una representación inigualable e hipnótica.

La función exhibe la inusitada situación que atraviesa Winnie y su esposo Willie, un hombre de pocas palabras a diferencia de su esposa a quien en ningún momento las palabras la abandonan. El lenguaje verbal que emplea está acompañado de conjugaciones de palabras humorísticas, dramáticas y reflexivas que en su mayoría son repetidas pero la elocuencia que tiene es tan sorprendente que incita a continuar siendo un espectador.

Detallando la puesta en escena, Winnie es una mujer que se encuentra atrapada en un bloque de arena realizando minuciosa y repetidamente distintas actividades con pensamientos que emergen de su circunstancia, los cuales están acompañados de recuerdos que desencadenan instantes de felicidad. Esto se contrasta con la realidad que vivimos hoy en día en donde a raíz de la coyuntura estamos atrapados en nuestra casa con las mismas rutinas y con recuerdos que nos traen fragmentos de felicidad.

Artículos relacionados

¿Winnie o Willy?

Me pregunto si en algún momento me habré visto como Winnie o quizás como Willie, aunque conociéndome estoy segura que me he visto más como Winnie en estos últimos años. Me lo pregunto a mí misma porque soy curiosa y porque de alguna manera quizás en forma de catarsis el darme respuestas constantes me satisface… ¡claro! como lo haría Winnie.

Transmitiendo emociones

Adaptándome a la nueva normalidad, preparé mis bocadillos preferidos, apagué las luces y me dispuse en un lugar cómodo.  Mientras comenzaba la función, me pregunté: ¿cómo se puede capturar la esencia del teatro en la virtualidad? No les mentiré, era incrédula y me alegra haberme equivocado.

Últimas publicaciones

¡Identidad, amor y libertad!

Shakespeare convierte el bosque en un escenario universal donde cada espectador reconoce un fragmento de sí mismo, por eso, esta comedia no envejece.

El arte que se siente

Subir al escenario y ver las marcas en el piso, testigos de tantas historias contadas, me hizo sentir la esencia viva del teatro y la pasión que envuelve cada función. 

Un vistazo íntimo al Teatro Británico

Estar ahí, sin público, nos recordó que el teatro sigue sus propias reglas y sus propios tiempos; por eso es tan especial. Después de esta experiencia, creo que no podré perderme esta obra ni ninguna otra que presente el Teatro Británico de ahora en adelante.  

Del aula al telón: mi experiencia como embajadora cultural

Más que un simple recorrido, significó un espacio de aprendizaje colectivo, donde descubrimos juntos que el idioma no es únicamente gramática o vocabulario, sino también historias, símbolos y tradiciones que enriquecen nuestra visión del mundo.