Harold Pinter escribió esta historia sobre Davies (un inmigrante), Aston (un joven con una leve dificultad para comunicarse) y su hermano Mick (bromista e impredecible).
Durante la obra tienen conversaciones que suenan muy familiares y cotidianas, pero cuando comienzas a reflexionar sobre lo que dicen te das cuenta de que viven juntos físicamente, pero eso no significa automáticamente que tienen una buena comunicación.
Mick, quien aspira una vida de lujo y que no está de acuerdo con la vida poco productiva de su hermano, pero lo ama y ello es la razón por lo que le da un espacio en su casa. Después tenemos a Aston, que al parecer su único objetivo es mejorar el lugar donde vive pero que durante toda la obra no trabaja para nada en ello. Por último, está Davies, que muy aparte de los prejuicios que demuestra como racismo y sexismo, a eso añadir las mentiras, manipulación por conveniencia, se nota en él una gran falta de responsabilidad individual de lo que le pasa a lo largo de la historia. Teniendo este panorama, es evidente que su convivencia resulta ser todo un desastre.
En lo personal, considero que estos personajes nos invitan a una reflexión… bueno, no una sino varias y con diversos temas que podríamos tocar: Situaciones difíciles de la vida como traumas, prejuicios raciales y sexistas, problemas de documentación para inmigrantes, la importancia de la comunicación, entre otros.
Este artículo no es para cerrar una conclusión, sino más bien una invitación a hablar de estos temas, hacer notar estos problemas y aprender cosas nuevas o corregirlas. Definitivamente estoy muy agradecido e impresionado con el trabajo del BRITÁNICO por fomentar la cultura y el arte de una forma excepcional, Sigan así…