Escribe Ellioth Tafur
Los poetas no se la pasan mirando el celular. Fue una de las frases que se me quedó grabada cuando miraba la obra. Es cierto. Un poeta siempre está cuestionando. Hasta en la cola que hace para comprar el pan o el pollo se le pueden venir una horda de ideas, entonces saca a sus mejores aliados: lápiz y papel. Es así que les da vida y sentido a aquellas ideas, porque no tiene sentido estar mirando el celular.
¿Saben por qué? Porque nos hace agachar la cabeza. Nos hace olvidar mirar a nuestro alrededor. Nos hace creer que en esa pequeña pantalla está la realidad, que ahí están nuestros amigos, nuestros familiares, nuestros pensamientos, nuestros ideales. Estamos acostumbrados a las imágenes, a los vídeos; olvidándonos que las palabras también son imágenes y transmiten nuestros pensamientos.
Cinna cuestiona, reclama. Por más que la obra esté ambientada en la época del Imperio romano y cuente los problemas sociales que sucedían en aquella época, podemos tranquilamente reconocer e identificarla con lo que sucede actualmente. ¿Nos involucramos o nos mantenemos al margen? Mantenerse al margen es estar entre paréntesis, es ser obviado. Involucrarse es decir lo que piensas, llevar tus palabras al mundo, expresarte.
Es la primera vez que como espectador de una obra, he usado lápiz y papel para escribir un poema. Escribir es parte de nosotros. Y lo que aprendí de Cinna fue que vivir, cuestionar y ser libre también es escribir un poema.